La ONU nos advierte de los 6 retos a los que se enfrenta la Tierra

SOSTIERRA
10 dic 2017
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En estos días ha tenido lugar la celebración de La Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas Medio Ambiente (UNEP) en Nairobi (Kenia). En el acto se ha presentado el informe 'Frontiers 2017' en el que se recogen los principales desafíos a los que tiene que hacer frente el Planeta. Concretamente, se señalan seis problemas -algunos antiguos, otros que todavía no conseguimos resolver y algunos de nuevo nacimiento- a los que tenemos que responder de forma ágil y contundente.

6 desafíos para el medio ambiente

1. Resistencia a los antimicrobianos: este es el problema en el que más hincapié se ha hecho. El consumo de antibióticos ha aumentado en un 36% por persona, pero se calcula que este aumento continuará hasta llegar al 67% en el año 2030. El deficiente tratamiento de las aguas para eliminar las bacterias del agua, el rápido crecimiento de la población, la creciente urbanización y la gestión de los desechos sólidos provocan una mayor exposición del hombre a estas sustancias y, como consecuencia directa, una mayor resistencia antibiótica.

En la actualidad, son más de 700.000 personas las que fallecen al año debido a la cada vez menor efectividad de los fármacos y en el cuidado del medio ambiente está la solución para que esta tendencia no siga creciendo.

2. Protección de áreas marinas: tenemos que comenzar una estrategia inclusiva consiguiendo un compromiso por parte de la sociedad para reducir la huella de los humanos en los ecosistemas marinos. Actualmente el 14,4% de las áreas marítimas y costeras están protegidas, una buena noticia ya que se ha superado el objetivo del 10% para el 2020. No obstante, tenemos que buscar el equilibro y posterior reducción de la sobrexplotación pesquera, contaminación, turismo y cambio climático.

3. Nanomateriales: este mercado ha experimentado un rápido crecimiento porque es especialmente utilizado en la industria de dispositivos electrónicos, cosmética, productos de higiene, desinfectantes, ropa e incluso en la industria alimentaria.

Hora se pone especial atención en el estudio de estos materiales ya que su composición puede cambiar y afectar de manera decisiva tanto en el medio ambiente como en la salud.

4. Acceso universal a la energía limpia: según las recientes estimaciones no se conseguirá alcanzar el acceso universal a la electricidad en 2030. Por ello, desde la ONU insisten en la importancia de crear políticas específicas que junto a las innovaciones de los mercados y los avances tecnológicos fomenten el desarrollo y uso de energías verdes.

No obstante, el lado positivo es que en África, donde el 95% de la población residente no tiene acceso a la electricidad, se han incrementado las soluciones basadas en energía solar. Esto se traduce en que los sistemas son cada vez más económicos, se ahorra en compra de combustible y se reduce el riesgo de incendios y la contaminación de interiores.

5. Tormentas de arena y polvo: en el informe se proponen estrategias a corto, medio y largo plazo para estas tormentas tan perjudiciales para los humanos. De manera cercana se habla de aplicar estrategias de protección junto con sistemas de reducción de riesgos y alertas tempranas. A largo plazo se busca utilizar de modo sostenible la tierra y el agua.

Es muy importante ya que la inhalación de polvo genera y empeora el asma, bronquitis, irritación de la piel, infecciones de los ojos e incluso se relaciona con la meningitis. Además, en los casos de exposición continuado puede provocar la muerte prematura, enfermedades respiratorias y cardiovasculares y cáncer de pulmón. Pero hay más: muerte de ganado, destrucción de cosechas, erosión del suelo, desertificación, contaminación de ecosistemas y daños en las infraestructuras son resultado de estas tormentas.

6. Migraciones climáticas: en 2016 se batía el récord de desplazados forzosos por causas naturales o conflictos, nada más que 65 millones de personas una cifra superior a los desplazados durante la Segunda Guerra Mundial. Pero esta tendencia parece no parar, cada año son 21,1 millones las personas que abandona sus hogares por motivos medioambientales y, de seguir así, en 2050 1 personas de 45 tendrá que cambiar su hábitat.

Hay que destacar que estos movimientos influyen directamente en la degradación del entorno y en el aumento de la crisis humanitaria.